Y tu ausencia se siente en cada día.
No perdono a la muerte.
No perdono a los golpes brutales y asesinos.
No perdono a la “justicia”.
Tenemos que decirte adiós, mientras tu espíritu libre se descubre entre árboles y jardines; entre risas y juegos; entre cuentos y tornillos. Y tenemos que dejarte ir, para que encuentres tu nueva morada en donde puedas rebrotar con todo tu brillo, con todo tu amor.
Te queremos Marcos; y tus pasos por nuestras vidas, no han sido en vano. Seguiremos hasta el fin de nuestros días, luchando por la Verdad, el Amor y la Verdadera Justicia.
La que nos permite aprender de las atrocidades humanas de esta sociedad. La que pone cada cosa en su lugar. La que no niega la realidad sino que la transforma en un mundo mejor, con equidad, con códigos y valores morales que se respeten.
No perdono a la muerte.
No perdono a los golpes brutales y asesinos.
No perdono a la “justicia”.
Tenemos que decirte adiós, mientras tu espíritu libre se descubre entre árboles y jardines; entre risas y juegos; entre cuentos y tornillos. Y tenemos que dejarte ir, para que encuentres tu nueva morada en donde puedas rebrotar con todo tu brillo, con todo tu amor.
Te queremos Marcos; y tus pasos por nuestras vidas, no han sido en vano. Seguiremos hasta el fin de nuestros días, luchando por la Verdad, el Amor y la Verdadera Justicia.
La que nos permite aprender de las atrocidades humanas de esta sociedad. La que pone cada cosa en su lugar. La que no niega la realidad sino que la transforma en un mundo mejor, con equidad, con códigos y valores morales que se respeten.